martes, 20 de noviembre de 2007

Cata Nº 69. Octubre '07. "Rectoral de Amandi"



Se degustó esta vez el tinto “Rectoral de Amandi” , de Bodegas Gallegas, cosecha seleccionada 2006, de la D. O. Ribera Sacra (Subzona de Amandi), monovarietal de uva mencía que obtuvo una valoración de 69 puntos.
En la cata, el vino muestra un correcto color cereza brillante de capa media, con algo de carbónico, y abundante glicerina. En nariz ofrece aromas afrutados de buena intensidad que nos remiten a la variedad mencía. En boca resulta agradable, con la acidez y persistencia justa, y toques herbáceos y lácteos propios del tipo de uva con que está elaborado.

lunes, 15 de octubre de 2007

Cata Nº 68. Septiembre '07. Tinto “B Crux 2003”



“B Crux 2003” es el vino que nos acompañó en el transcurso de la cena y fue objeto de la cata. Procede del Grupo de Bodegas y Viñedos O. Fournier, y se trata de un tinto del Valle de Uco, en Mendoza (Argentina), elaborado con cuatro variedades (60% tempranillo, 20% malbec, 10% merlot y 10% syrah), con una crianza de 12 meses en barricas nuevas de roble (80% francés y 20% americano).
B-Crux obtuvo 70 puntos en la valoración efectuada por los miembros de la sociedad que acudieron a la reunión. La impresión de cata fue bastante unánime en la fase visual, en la que hubo coincidencia en destacar las brillantes y hermosas tonalidades del vino, cereza picota con ribetes morados, y con capa muy cubierta. En nariz desprende aromas complejos y de buena intensidad, con notas terrosas y minerales, entremezclados con especiados de roble, madera tostada y tabaco de pipa.
En boca se muestra potente, con una estructura sustentada en poderosos taninos, elegante y recio, quizá excesivamente astringente. Predomina la madera, con toques de vainilla, tabaco y un final amargo que nos recuerda el cacao. En definitiva se trata de un vino con nervio, carnoso y con carácter, al que falta el equilibrio o redondez que debiera haberle prestado su crianza.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Cata Nº 67. Julio '07. Giné Rosat 2006. Tinto “Buil”.


Giné Rosat 2006”. Nos encontramos con un rosado fruto de un acertado coupage de las variedades Garnacha y Merlot, que se puede encuadrar en la tendencia que están protagonizando destacadas bodegas españolas que pretenden dotar a este tipo de vinos de auténtica personalidad, dejando de lado esa etiqueta que acompaña a los rosados como vinos intrascendentes o de segunda categoría. Ha sido elaborado a través de un proceso de criomaceración prefermentativa a 8º, seguida de fermentación alcohólica a 18º en depósitos de acero inoxidable. Acabada la fermentación se dejó reposar el vino con sus lías durante dos meses, para ser después embotellado.
Giné Rosat 2006 obtuvo 80 puntos. A la vista se presenta limpio y brillante, con un bonito tono frambuesa. En la fase olfativa es alegre, agradable, con aroma intenso de frutas rojas y flores. En boca es un vino que ofrece sensación de frescura, envolvente, glicérico, con un paso de boca muy grato y un final amplio y sabroso.


Tinto “Buil”. Se trata de un caldo que procede de un viñedo de 50 años, con 800 cepas por hectárea, situado en el Pago del Oro, en el término municipal de Toro (Zamora), y por tanto acogido a dicha Denominación de Origen. Desde la propia bodega se explica que la maceración prefermentativa con los hollejos es larga y en ella se utilizó hielo seco. A continuación, y tras la fermentación alcohólica controlada a temperatura de 28º, el vino pasó con sus lías a barricas nuevas de roble francés, en donde se desarrolló la fermentación maloláctica.
En la cata fue valorado con 79 puntos. Tras una fase visual simplemente correcta, en nariz resulta demasiado alcohólico. Algunos de los presentes señalan la presencia de etanal o acetaldehído, que genera una incómoda sensación de picor. En boca el tinto remonta y sin ninguna duda sabe mejor que huele. Buil es un tinto seco, fuerte, que conjuga su abundancia de taninos, con recuerdos de ciruela negra macerada, fruta muy madura, especias (pimienta, vainilla), e incluso toques de regaliz.

martes, 17 de julio de 2007

Cata Nº 66. Junio '07. “Tombú”. “Charco Las Ánimas - CLAN” .



-Rosado “Tombú” de la Bodega “Domino Dostares”, ubicada en Pajares de los Oteros, (proyecto impulsado por la bodega berciana “Dominio de Tares”), que obtuvo una puntuación de 83,5. Se trata de un vino que fermentó durante 26 días a 13 grados, (una temperatura al límite de la zona de trabajo de las levaduras), con el fin de buscar la mayor expresión varietal. Destaca su peculiar elaboración, en la que se añadieron a mitad de la fermentación un 5% de racimos enteros ("madreo"). A la vista ofrece un bonito color rosado frambuesa, limpio y brillante, bien protegido de la oxidación, lo que permite apreciar matices azulados en el menisco. La fase olfativa nos muestra una explosión de intensos aromas a frutas rojas, pétalos de rosa, recuerdos florales, gominola o caramelo “sugus” y palote de fresa. Algunos cofrades señalan toques anisados y un fondo herbáceo muy grato. En boca “Tombú” resulta cálido, seco, sabroso y con un paso de boca elegante que deja un postgusto persistente y goloso.




- Rosado “Charco Las Ánimas - CLAN” de Bodegas Estefanía-Tilenus. Nos encontramos con un monovarietal de prieto picudo de muy escasa producción, elaborado con uvas procedente de cepas de 130 años mezcladas con otras mucho más jóvenes de nueve años, que fue valorado por los miembros de El Bocoy con 85 puntos.
En la fase visual muestra un bonito color rosa, limpio y brillante, algo más claro de lo usual para el prieto picudo, pero ciertamente atractivo. En nariz muestra unos aromas florales de buena intensidad, con toques de fruta roja y sensaciones agradables que algunos cofrades señalan como “vinosas”, limpias y que animan a beber. En boca el “CLAN” despliega sus mejores armas y mejora estas primeras percepciones, pues además de confirmar los sentidos de vista y olfato, conquista con su trago seco y fresco, cálido y grato, redondo, que anima a disfrutar y a prolongar el placer de beber. Es un vino que nos ofrece autenticidad, sabe a vino, (que no es poco), a producto bien elaborado, con golosa fruta (cereza, fresa, frambuesa), toques caramelizados y dulces (carámelo ácido, gominola), y la acidez justa para que no empalague y en cambio prenda en quien lo prueba el deseo de seguir saboreando este estupendo vino.

miércoles, 20 de junio de 2007

Cata Nº 65. Mayo '07. Selección de Vinos de Bodegas Villeza.



- Blanco “Lágrima de Villeza 2006” – 13,5º. Se trata de un monovarietal de albarín, con un bonito color amarillo con tonos verdosos, que ofrece en nariz una buena intensidad, con aromas cítricos (lima, corteza de pomelo), manzana verde y frutas exóticas (lichi). En boca entra suave y dulce, con un leve y agradable punto de acidez que se ve acompañado en el posgusto por un toque amargo, como de hueso de melocotón.



- Rosado “Lágrima de Villeza 2006” – 13,5º. Nos encontramos con un vino elaborado con mosto yema escurrido sin presión de las variedades prieto picudo y mencía al 50%. A la vista muestra un correcto tono rosa pálido, quizá un tanto desvaído. En nariz presenta un aroma escaso (fresa) de baja intensidad y persistencia. En boca se confirma que nos encontramos ante un vino plano, quizá falto de la acidez o alcohol.



- Tinto “Villeza 2005” – 14º. Estupendo color en un vino fruto de la conjunción de prieto picudo (50%), mencía (40%) y tempranillo (10%), para obtener un bonito tono cereza picota, con capa alta, abundante lágrima y ribetes morados. Sus aromas nos hablan de uvas maduras seleccionadas y con bastante maceración, que incorporan sensaciones agradables de café, almendra y fruta madura. En boca es un vino gustoso, con taninos fuertes pero redondeados hasta configurar un vino fácil de beber.



- Tinto “Villeza doce meses” – 14º. Sin duda nos hallamos ante un magnífico vino, monovarietal, elaborado con mimo y con el afán de sublimar las posibilidades que ofrece la interesante variedad prieto picudo. Como en el caso anterior es francamente bonito su color intenso y oscuro, que parece anticipar la elegante nariz que integra madera de calidad con fruta roja madura (mora y arándano). En boca es un vino carnoso, limpio, sin aristas, que se desliza agradablemente por la garganta, dejando una estela aterciopelada, amable y cálida. Lo dicho, un vino bien hecho, ideal para beber y disfrutar.

jueves, 3 de mayo de 2007

Cata Nº 64. Abril '07. Tanis Crianza 2002


Nos referimos este mes al “Tanis Crianza 2002”, de la D. O. Valdepeñas, tinto elaborado con uvas de la variedad cencibel (tempranillo), con una crianza de seis meses en barrica nueva de roble, y que sale después al mercado con un mínimo de 12 meses en botella.
Por decisión de los cofrades no fue puntuado, ya que se consideró que no alcanzaba el nivel de calidad exigible para obtener una puntuación de aprobado. Un color incierto, falto de brillo y vivacidad, capa muy baja, y que además no se correspondía con su crianza, precedió a una fase olfativa en la que se presentó con aromas ciertamente inadecuados. No quedaba ya ni rastro de fruta, y el etanol se había oxidado dando lugar a subproductos impropios de un vino en buenas condiciones.
En boca se confirmaron las peores impresiones, y nos encontramos con un vino deslavado, plano, insulso, con exceso de acético que se imponía inmediatamente al ligero dulzor que impregnaba la boca al primer ataque. En definitiva, un vino fallido. Entendemos que es extraño que se puedan achacar problemas de almacenaje o conservación a todas las botellas abiertas, razón por la que creemos que probablemente el fallo se deba a algún problema durante el proceso de elaboración.

miércoles, 11 de abril de 2007

Cata Nº 63. Marzo '07. Somanilla 2005.



Se trata del “Somanilla 2005”, monovarietal elaborado con Tinta del País, 14º, de la D. O. Ribera del Duero, que obtuvo una puntuación de 63,6. Es un vino que responde a una concepción enológica moderna, que pone en el mercado un producto encaminado al consumo inmediato, lo que se aprecia desde su misma presentación, en una botella vestida con una etiqueta nada clásica, con trazos abstractos en negro sobre blanco, completada con un brillante faldón dorado.
El vino es de un atractivo color cereza morado, con capa alta y borde con reflejos azulados. En nariz resulta agradable pero corto, y aunque su intensidad es baja, ofrece gratos recuerdos de fruta negra, uva madura y compota, si bien se echan a faltar los aromas que debiera de haber cedido la madera de roble en nueve meses de crianza. En boca se aprecia en exceso el alcohol y cierta monotonía, y aunque al primer trago resulta un tanto astringente, posteriormente mejora y se deja beber con gusto ya que se crece al acompañar la comida. Algunos cofrades afirman estar en presencia de un vino desequilibrado y escaso de sensaciones, y apuntan que se queda corto, “como si hubiera sido hecho demasiado deprisa o sin el reposo preciso”.
A modo de conclusión podemos afirmar que nos encontramos ante un vino interesante, que estamos seguros de que mejorará en próximas añadas en cuanto el cariño con el que se elabora se vea acompañado del acierto preciso.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Cata Nº 62. Febrero '07. Enrique Mendoza Shiraz 2004/Dominio de Valdepusa Syrah 2003.



- El primer vino catado fue el "Enrique Mendoza Shiraz 2004", tinto de la Denominación de Origen Alicante que obtuvo una puntuación de 68, y que se nos presentó con un color cereza picota y buena capa que impregnaba con su rastro el borde de la copa. Su aroma es de buena intensidad y nos remite a frutos negros, notas balsámicas, cuero y madera. Los cofrades también encontraron recuerdos de pimienta verde y canela. En boca tiene una entrada potente, en la que se aprecia el alcohol, los taninos y el cuerpo. Buen final y agradable posgusto. A destacar que no fueron detectadas las tres notas (violeta, cassis. y ahumados), que suelen identificar este tipo de uva.



- El “Domino de Valdepusa Syrah 2003” obtuvo un resultado de 76 puntos, lo que le eleva a una categoría distinguida. Es un vino peculiar, de una bodega muy interesante, valiente y arriesgada que, por poner un ejemplo de su estar en vanguardia, fue la primera en conseguir en el verano del 2002 una denominación de origen propia, en reconocimiento a su vocación de constituirse en uno de los primeros Grandes Pagos de España.
A la vista ofrece un precioso color guinda picota, tinta morada, se diría que añil, con capa prácticamente opaca. En la copa sus 14’5 grados se delatan con las “piernas” que adornan el cristal a poco que se mueva el vino. Ciertamente su apariencia llama la atención.
En nariz se muestra como elegante y complejo, con una combinación bien resuelta de fruta madura, notas especiadas y gama balsámica. Alguien cree reconocer un fondo de caramelo de violeta. Ya en boca se trata de un vino astringente, con abundantes taninos que auguran un magnífico y aún largo futuro al vino, con cuerpo, carnosidad y buen final. Un tinto peculiar, original y bien conseguido,

viernes, 2 de febrero de 2007

Cata Nº 61. Enero '07. Semele 2004/Montebaco 2004/Montebaco 2003 Vendimia Seleccionada


Tintos. D.O. Ribera del Duero. Bodega MONTEBACO.


- El primero de los vinos degustados fue el “Semele 2004”, un tinto que la bodega define como de nuevo cuño, con una crianza de 12 meses en barrica, y elaborado con el deseo de alcanzar “amabilidad, redondez, frescura, riqueza aromática y expresión varietal”. Obtuvo una puntuación de 71,4. En la fase visual se presenta como muy acorde a su edad y denominación de origen, con capa alta y bonitos ribetes violáceos. En nariz ofrece aromas nítidos de fruta negra madura, que posteriormente abren paso a agradables recuerdos de madera de cedro, cacao, gama balsámica y tabaco de pipa. En boca el vino pierde un poco, y algunos cofrades destacan su elevada astringencia y la ‘dureza’ de sus taninos. Sin duda mejorará en botella en cuanto lime estas ligeras asperezas o aristas.


- El “Montebaco 2004” obtuvo un resultado de 73,4. Entre los comentarios suscitados en la cata destacamos que en fase visual presenta un precioso color rojo picota de muy buena capa, con ribete morado, muy vivo para tratarse de un vino que ha permanecido más de un año en barrica. Lágrima generosa, glicérico, y muy en la línea de los vinos que ahora están de moda. En nariz despliega aromas elegantes y complejos de buena intensidad, con tonos balsámicos, carne roja, ahumados y café torrefacto. En boca es definido como goloso, con cuerpo, “casi se masca”, cálido, con taninos potentes pero amables que funden la fruta madura (plátano, ciruela) con la bien integrada madera. El retrogusto deja la impresión de un vino complejo y equilibrado.


- Finalmente el “Montebaco Vendimia Seleccionada 2003” alcanzó una puntuación de 82, y hubo general coincidencia en definirlo como un gran vino. Profundo color rojo picota con algún pequeño reflejo teja fruto de su permanencia en barrica. En nariz aparecen notas metálicas, pizarra y tierra húmeda, que prevalecen sobre un fondo de frutos negros maduros. En boca confirma su elegancia y se presenta como un vino sabroso, fresco y muy pulido. En definitiva un vino redondo y muy equilibrado.